Muestra patrimonial
de la Biblioteca Popular Bernardino Rivadavia
"Pintores descendientes de italianos"
en Hall de entrada y Sala Daniel Aguirre
del lunes 29 de octubre al sábado 17 de noviembre
Muestra patrimonial en homenaje a la Cultura
Italiana y los descendientes de
italianos que trabajaron en el campo del arte visual. La selección de las obras y organización
de la muestra fue producto de un trabajo áulico con alumnas del 3er año de
profesorado de Artes Visuales y alumnas de la carrera de Realizador de Artes Visuales de la Escuela de Artes
Visuales de Bahía Blanca coordinadas por Ma. Cristina Alvarado. Inmigración; fundamentación histórica a cargo de Ana Miravalles.
Las obras forman parte de un espectro
amplio de temas y técnicas y fueron realizadas durante el siglo pasado y el
actual.
El tema recurrente es el paisaje. Muchas
veces pensamos la inmigración envuelta en un halo de nostalgia por la tierra
que han debido dejar, sin embargo estos artistas, casi todos descendientes ,
han generado una mirada inquieta sobre
el paisaje local al que le dispusieron los aprendizajes del campo del arte
visual para representarlo. Podemos observar las diversas tendencias amparadas
en la observación “al natural”, frente al motivo, a la manera como en el siglo XIX propusieron los pintores
impresionistas; y ya dentro de los
movimientos del siglo XX, acercándose cada vez más a propuestas abstractas,
realizadas desde la invención, la imaginación, el concepto de espacio como
vacío o universo.
Dos obras tratan el retrato; Fueron
elegidos por que representan dos mitos
nacionales difundidos y respetados. Por una parte, un dibujo del
habitante del campo, el criollo, quien reúne
en sí el mestizaje de culturas,
la originaria y la venida con las oleadas inmigratorias. El otro retrato
muestra a Jorge Luis Borges, reconocido por sus aportes al campo literario y al
imaginario popular.
Estos artistas cifraron su arte de
diversas maneras, algunos de ellos estudiaron formalmente, fuera de Bahía
Blanca o en la Escuela de Artes Visuales, inaugurada como Taller Proa, en la
década del 30 por un grupo de pintores; otros se reunían a pintar los fines de
semana, al aire libre y frente al motivo elegido, el mar, el puerto, la sierra,
los parques, paisajes de las zonas adyacentes a la ciudad. Trabajaban en el
ferrocarril, eran comerciantes, letristas. Ayudaron a pensar en la necesidad
de un espacio Museo, un Salón Regional anual, Salones en las Villas , inaugurar
bibliotecas especializadas, lugares de
encuentro como algunos bares del centro.
Hoy los homenajeamos al observar sus trabajos y reconocerlos como parte de nuestro pasado y
presente.